Limarí al límite máximo por sequía: embalses al 2,8% y el fantasma del racionamiento para Ovalle

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Los niveles de precipitaciones han estado por debajo del promedio en los últimos cinco años y las altas temperaturas registradas en sectores interiores hacen que la región de Coquimbo se mantenga en una situación hidrológica crítica, debido a que la tasa de extracción para el consumo es mayor a la que ingresa. Ceaza prevé que trimestre marzo-mayo esté seco, mientras Aguas del Valle pide que el uso del recurso sea “eficiente”.

El fin de las vacaciones dejó bellas postales para los veraneantes y la zona se volvió a consolidar como una de las favoritas por los chilenos. El movimiento interno también ayudó a descomprimir la demanda, con visitantes que optan por los valles interiores y lugares apartados.
Sin embargo, hubo un aumento promedio regional de un 7,8% en el consumo de agua potable, tasa que registró la sanitaria Aguas del Valle esta temporada 2023-2024, con Guanaqueros y Tongoy con los mayores incrementos, con un alza de 14% y 28%, respectivamente. En Los Vilos, en tanto, el salto fue de 5%.

Lo anterior se suma a la dramática situación hídrica en los embalses. Según indicó el Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales (PROMMRA) de la Universidad de La Serena existe una importante disminución en los niveles de almacenamiento en los tranques en la zona. Esto, pues, el estado de las tres cuencas -Elqui, Limarí y Choapa- solo alcanzan el 6% de capacidad total (Ver tabla).
Además, se registra una baja de 60% en cuanto a la capacidad de almacenamiento en comparación a la misma fecha del año pasado. Los embalses La Laguna y Puclaro de la cuenca del río Elqui disponen de 19.200.000 m3, correspondiente al 7,7% de su capacidad; en Limarí, Recoleta, La Paloma y Cogotí mantienen 28.000.000 m3 equivalente a 2,8%; y Choapa 30.900.000 m3 en los embalses Culimo, Corrales y El Bato tienen el 36% de su capacidad. llegando solo a cubrir el 6% de ésta.

Respecto a este escenario, Pablo Álvarez, director del Laboratorio PROMMRA indicó que, si bien en primavera y verano los niveles bajan, se podría llegar a condiciones más críticas. “Si bien en primavera y verano es normal que haya un descenso de los volúmenes almacenados, el ingreso de agua a los embalses es muy reducido, sobre todo en años secos, y la tasa de extracción es mucho mayor a lo que ingresa. La complejidad no está en la disminución, sino que, en la tasa de reducción de volumen, es decir, qué cantidad disminuye por cada mes y cuánto queda en la cuenta, ahí es donde está la dificultad y el tema es cómo enfrentamos el próximo invierno en el caso de que sea un invierno seco, ahí es muy probable que las aguas subterráneas solventen buena parte de la demanda”, dijo.
Los niveles de precipitaciones han estado por debajo del promedio en los últimos cinco años y las altas temperaturas registradas en sectores interiores hacen que la región se mantenga en una situación hidrológica crítica.

Alerta en Limarí
La atención y urgencia está puesta en lo que suceda en la provincia del Limarí pues el volumen de agua embalsada alcanzó solo el 2,8%, tranques prácticamente secos como el Cogotí y una reducción importante tiene menos de 3 millones de m3 entre los tres embalses. “Vemos que existen pequeñas reservas principalmente en los embalses de las provincias de Elqui y Limarí y si bien existen formas de ir resolviendo el problema, no quiere decir que no tengamos una dificultad, actualmente la tenemos y si el invierno próximo es complejo, por supuesto que vamos a tener que echar manos a las aguas subterráneas de manera más menos importante”, sostuvo el experto.

Para Aguas del Valle, el verano significó un esfuerzo adicional por el aumento de las temperaturas y la población flotante. “Produjimos 16.770.000 metros cúbicos de agua potable para poder satisfacer las necesidades a lo largo de la región”, destacó el gerente Regional de la sanitaria, Andrés Nazer. El ejecutivo reiteró que “nuestra región está atravesando una sequía extrema, que se ha prolongado más de 14 años. Los embalses se encuentran con déficit y no ha llovido en el último invierno, por eso seguimos trabajando en conjunto con las autoridades para mantener la continuidad del servicio y queremos insistir el llamado al uso eficiente del recurso hídrico”.

Organismos técnicos como Ceaza están pronosticando que el trimestre marzo-mayo esté seco, escenario desfavorable para eventuales precipitaciones. Cristian Orrego, encargado del área de Meteorología de Ceaza, indicó las lluvias en la región se han registrado “bajo lo normal en promedio en los últimos 5 años”.
“Esto ha provocado bajos caudales por quinto año consecutivo. La temporada actual presenta un 27% de los históricos en Elqui, 21% en Limarí y 41% en Choapa. Esta situación ha conllevado a una constante disminución en los niveles de agua embalsados durante los últimos años”, sentenció.