Juan Pablo Guzmán, CFT Santo Tomás: “Hemos podido ver que casi el 75% de los estudiantes de Santo Tomás está en Gratuidad”

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Las aprensiones al modelo, plantea, vienen por el diseño que realizará el Ministerio de Educación a la regulación de los aranceles, los derechos básicos de matrícula y los cobros por concepto de titulación o graduación, que, si bien no mermará en el proyecto educativo, si podría hacerlo en las exigencias que tiene estas corporaciones en relación a la vinculación con el medio y la innovación.

La inauguración del Año Académico del Instituto Profesional (IP) y Centro de Formación Técnica (CFT) de Santo Tomás -en las sedes de Ovalle y La Serena- contó con su rector, Juan Pablo Guzmán, oportunidad, donde visitó los equipos académicos, la implementación de los planes institucionales, además de otras reuniones con líderes regionales.

En 2020, ustedes ingresan a sistema de Gratuidad ¿Cómo ha sido ese proceso?
“Es muy interesante, y como todo en las cosas, la Gratuidad tiene elementos muy positivos y otros más desafiantes. En términos positivos, hemos podido ver que casi el 75% de los estudiantes de Santo Tomàs está en Gratuidad, y eso habla de la adherencia o importancia para que nosotros pudiésemos dar este paso. Eso ha permitido que más estudiantes nuestros tengan ayudas estudiantiles. Antes el 60% tenían ya sea en becas, CAE (Créditos con Aval del Estado) o créditos. Ese 15% más hace la diferencia significativa y ha potenciado otros indicadores como son la retención, y eso nos ha hecho mejorar como institución”.

¿Y lo desafiante?
“Lo difícil. La Gratuidad era una normativa en desarrollo. En este momento, el Ministerio de Educación está implementando la regulación de aranceles, que viene asociada al esquema de Gratuidad y en esa relación hemos tenido desafíos o dolores importantes. Ha resultado ser bastante más impactante. Nuestros ingresos a futuro se van a ver impactados si se implementan las directrices. No ponen en riesgo el proyecto institucional, pero nos quitan herramientas para la mejora continua que son muy valiosas y necesarias en la etapa de desarrollo que está Santo Tomás”.

¿Podría verse mermada la oferta académica?
“Cuando uno mira Santo Tomás lo que es hoy que hace 10 años, se va dando cuenta que la institución ha mejorado. Una corporación de derecho privado sin fines de lucro destina todos los recursos a su proyecto. Y si se ven mermados esos ingresos, obviamente vamos a tener menos excedentes, y la capacidad o la potencia con la que vamos a poder hacer mejoras continuas es menor. En la Ley de Educación Superior se nos plantea incorporar las dimensiones de vinculación con el medio y la innovación a las tradicionales docencias. Y desarrollar innovación en nuestros estudiantes e impactar en el entorno, en este caso la región de Coquimbo, requiere de recursos, capacitaciones, inversiones, instalaciones, y una serie de cosas que hoy no estaban en nuestros gastos y que hay que hacer el espacio para asumirlos”.

¿Cómo conversa la oferta académica de Santo Tomás con las vocaciones productivas de la región?
“Hay todo un proceso interno de validación y actualización de nuestra oferta académica. Hay carreras que no se imparten en la región y sí en otras. Y la oferta de acá es la que consideramos pertinente a las cualidades de la región de Coquimbo. Este es un proceso que se actualiza constantemente, con los cambios en las matrices productivas. Hoy, estaba en un seminario hablando de la prospección laboral, que es la mirada a futuro de los cambios que van a ocurrir en el empleo y la Cuarta Región no está exenta”.