Locales en aeródromo recuperan ventas, pero mantienen cautela ante eventual rebrote

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Juan Inostroza, administrador del restaurante “Última Llamada” sostiene que los niveles de consumo durante estas últimas semanas están superando a un periodo normal, efecto –supone– asociado a una mayor cantidad de vuelos y el aumento en el tráfico de pasajeros.

Juan Inostroza junto a su personal en el restaurante “Última Llamada”

Un mayor dinamismo en las ventas, incluso superando a un periodo normal, sin pandemia, están registrando los locales apostados en el aeródromo La Florida de La Serena, quizás su mejor momento desde marzo de este año cuando irrumpió la crisis sanitaria en la región de Coquimbo.
Ejemplo de ello lo describe Juan Inostroza, administrador del restaurante “Última Llamada”, concesionario que además gestiona el Salón VIP de pasajeros, quién menciona que el repunte comenzó incluso durante los meses de confinamiento total –agosto y septiembre, principalmente– en La Serena y Coquimbo.
En esa etapa, cuenta, las ventas apenas llegaban al 5%, lo que obligó a recinto a incurrir al servicio de delivery que ayudaba a mantener abierto el local para los pasajeros que viajaban. Los trabajadores, en tanto, estaban acogidos a la Ley de Protección al Empleo y la dotación bajó a solo dos personas. “Los ingresos eran mínimos y solos para mantenerse vigente dentro de un contrato con el aeropuerto”, precisa.
Al tratarse de una cadena de restaurantes, los contratos de arriendo y sus pagos se centralizaron en la jefatura de Santiago. Posteriormente llegó un crecimiento paulatino, que se empinó hasta el 10% de las ventas.
La transición entre la Fase 3 y 4 del plan “Paso a Paso” marcaron otro cambio porque los consumidores se atrevieron a adquirir más productos de la carta, situación que en la actualidad varía semana a semana, siempre al alza.
Para el próximo periodo estival, los análisis de este administrador varían, principalmente por el retroceso a Fase 2 en todas las comunas de la región Metropolitana, principal emisor de pasajeros del aeropuerto local.
Otra arista que otorga incertidumbre es un eventual repliegue de las propias ciudades de Coquimbo y La Serena.
“Si me preguntabas hace una semana atrás podíamos tener la esperanza de trabajar a un 75% como lo hacíamos los veranos pasados. Con esta fase, y funcionando al 50% como ahora, hemos podido retomar las ventas normales, incluso superior a una temporada sin pandemia”, comenta.
Y sentencia: “Estos días han sido de locos, yo no sé si se explica porque la gente está volviendo ante una eventual Fase 2, y ha habido mucho vuelo, con su consecuente tránsito de pasajeros que es altísimo”.