UDI condiciona a la implementación de “mecanismos concretos” por nuevo proceso constituyente

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Para el gremialismo parte de las propuestas está en aclarar si existirá una convención o no; si ésta tendrá un número acotado de integrantes o será una especie de “comité constituyente” la encargada de la redacción de la nueva carta magna, junto con una eventual implementación de un plebiscito de entrada y salida.

Juan Manuel Fuenzalida
Marco Antonio Sulantay

Luego del aplastante triunfo del “rechazo” a la propuesta constitucional que entregó la Convención, en la UDI, uno de los partidos fuertes del conglomerado Chile Vamos, propusieron que el nuevo proceso constituyente debe seguir adelante y se abren a conversar para que la redacción de una nueva Carta Magna tenga mecanismos concretos para su elaboración.
En el oficialismo han asegurado que distintas medidas se podrían considera, especialmente en la consideración de contar con un panel de expertos, pese a la resistencia que esa medida sea considerada como “poco democrática”. Por eso, el debate no se resume a los partidos ligados a Gobierno, sino que también en la derecha, siempre y cuando en la oposición las ideas no generen incertidumbres. Algunos puntos de encuentro en la oposición son no poner en juego la idea del estado unitario, mantención de los tres poderes del Estado, y libertad de elegir en materia de previsión, salud y educación, entre otros.
Para el diputado Marco Antonio Sulantay, una de las enseñanzas que dejó el reciente plebiscito, es que la ciudadanía revaloró el voto obligatorio. “Creo que desde el punto de vista de la legitimidad de los resultados, es absolutamente pertinente que los próximos procesos electorales, especialmente la elección presidencial, el sufragio sea imprescindible”. Y ejemplificó “no es lo mismo definir referéndums o elegir autoridades con el 30 o 40% de participación ciudadana que hacerlo con porcentajes superiores al 80%. De esta forma, se podría evitar lo que actualmente ocurre con el gobierno, que elige un presidente con cerca del 55% de participación, pero que a seis meses pierde fuerza y capacidad de influencia sobre un borrador de constitución efectuado con más del 85% del padrón de votantes en que se planteaban sus ideas y planificaciones de programa”.
Juan Manuel Fuenzalida aclaró que cuando se realizó la campaña por el “rechazo”, siempre se dijo que era necesario concretar un nuevo proceso constituyente: “no había nadie haciendo campaña a secas, por lo tanto, creo que hay que dar continuidad a un nuevo proceso, y hay que cumplir con los compromisos que se cumplieron en la campaña”.
Eso sí, continuó, se deben generar los momentos adecuados y los mecanismos bien definidos para dar certeza al asunto, prever cuáles son las propuestas que irán sobre la mesa, “de manera que sea un trabajo bien hecho, y que permita ir incluyendo todas las visiones de lo que queremos para una futura carta magna”.
Parte de esas propuestas está en aclarar si existirá una convención o no; si ésta tendrá un número acotado de integrantes o será una especie de “comité constituyente” la encargada de la redacción. Obviamente, en la UDI también toma fuerza el panel de expertos.
Otras materias que puedan estar sujetas a revisión es sobre los componentes para zanjar el respaldo que requiere el texto, como establecer la posibilidad de implementar no solo un plebiscito de entrada, sino también uno de salida.