Barrio del Mar adoptó estrategias para disminuir la huella de carbono y el reciclaje, e incorporó norma de plásticos

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La gerente de la cooperativa, María Antonieta Zúñiga, comenta que los locales están cultivando sus propios productos para llevarlos a la mesa de los comensales y están optando por la oferta de proveedores de la zona para evitar el traslado de los insumos, además de menús que impliquen la menor merma de los alimentos.

Barrio del Mar es un proyecto asociativo apoyado por Corfo, que nace el año 2018 y que reúne a más de 20 empresarios gastronómicos del borde costero, convirtiéndose en un actor exitoso entre las dos principales comunas de la región, Coquimbo y La Serena.
La agrupación también participa en mesas de trabajo por tema de incivilidades y problemas relacionados a hechos de inseguridad, estableciendo una plataforma público-privada de colaboración, además de proporcionar estrategias para el fortalecimiento del sector turístico, actividad económica que genera más de 22 mil puestos de trabajo directo a nivel regional.
María Antonieta Zúñiga, gerente de esta asociación, señala que Barrio del Mar fue creado luego del tsunami del año 2015. “Los empresarios vieron en la asociatividad la forma de volver a levantarse y seguir unidos para trabajar por un turismo más sustentable y cuidar de este gran ecosistema costero que es la bahía de Coquimbo, junto con todas las ventajas comerciales que eso también conlleva y la decena de instituciones que hemos podido ayudar a lo largo de estos años”.
El espacio geográfico de su emplazamiento no solo cautiva a los visitantes locales y de otras zonas del país, sino que invita a cautelar y resguardar la biodiversidad existente. De esa forma, la colectividad adoptó medidas para proteger el patrimonio natural del entorno, incorporando normas de plástico de un solo uso, de reciclaje y estrategias para la disminuir la huella de carbono.
“Los locales socios de la cooperativa cuentan con menús que impliquen tener la menor merma de alimentos, reutilizar las materias primas es una de las acciones concretas para evitar la pérdida de recursos”, dice Zúñiga.
Por otra parte, varios de los empresarios gastronómicos también han implementado un sistema de reciclaje, costeado por ellos mismos, para reutilizar y reciclar los desechos que generen sus locales.
En cuanto a los proveedores de sus materias primas, Barrio del Mar opta por productos locales de pequeños y medianos productores de la región de Coquimbo bajo la iniciativa Proyecto 100K “que busca generar gastronomía sustentable en tres áreas; la reducción de la huella de carbono, generar encadenamiento productivo y poner en valor la cocina tradicional del territorio”, explica la gerenta de Barrio del Mar.
Es más, algunos locales como por ejemplo el restaurante Santorini está cultivando sus propios brotes para evitar generar residuos en cuanto a transporte y conservación de algunas de sus materias primas.
Barrio del Mar, por otra parte fue pionera en implementar en todos sus locales la Ley de Plásticos y Productos de un Solo Uso (Ley 21.368) que regula la entrega de plásticos de un solo uso y las botellas plásticas y tiene por objetivo proteger el medio ambiente y disminuir la generación de residuos, mediante la limitación en la entrega de productos de un solo uso en establecimientos de expendio de alimentos, el fomento a la reutilización y la certificación de los plásticos de un solo uso, y la regulación de las botellas plásticas desechables.
“Si bien hemos logrado algunos avances, como cooperativa estamos conscientes de que nos falta mucho por hacer. Tenemos medidas ejecutadas, pero aún nos quedan otras por implementar como la idea de poder, prontamente, ofrecer recarga de agua (botella reutilizable “Barrio del Mar”) en nuestros locales con la idea de disminuir la venta de botellas de plástico, que generan gran impacto en el deterioro de nuestro ecosistema. La tarea es ardua pero nuestra meta siempre ha sido alcanzar un sistema de trabajo sostenible donde predomine un modelo de economía circular”, concluye la gerenta.