Sentido histórico

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Hace un par de años atrás se conmemoraron los 50 años del Plan Serena. Hubo actos, exposiciones y hasta se reeditó un libro. Se buscaron documentos y testimonios de un proceso urbanístico que marcó profundamente a la conurbación La Serena-Coquimbo.
Se recordó y premió a uno de los arquitectos que todavía vivían y se realizaron coloquios y seminarios para recordar las obras ejecutadas.
Bajo esa misma lógica, pareciera que hoy el sentido de la historia es muy diferente cuando se trata de obras públicas. Nadie celebra, nadie agradece, como si todo fuera una simple obligación del Estado (“Con su deber no más cumple”) o siempre sintiendo que -sea lo que sea que se haya construido- siempre será es insuficiente o extemporáneo.
Toda esta reflexión surge a propósito de la próxima llegada de un barco portacontenedores al Puerto de Coquimbo. El primero en su tipo. Lo cual lleva a observar también cómo hemos dejado pasar esta obra, el tercer sitio de atraque y todo el impacto que esto podría tener para el futuro local, pero respecto del cual no hemos tenido mayor información. Algo extraño ha pasado en el puerto, no sabemos si es por la Empresa Portuaria (EPCO, estatal) o por la concesionaria TPC, pero el asunto es que no ha fluido información respecto a las obras que se están ejecutando. Nno existe mayor expectativa entre los vecinos y ciudadanos. Como si el puerto y su desarrollo fuera solo un negocio empresarial en el que no tuviera mayor injerencia la opinión pública local.
Sin embargo, se trata de obras que cambian el paisaje, que traen nuevos y más barcos, trabajo y que puede afectar significativamente el desarrollo local.
Como medio de comunicación hemos requerido muchas veces información, pero no ha fluido de manera generosa ni abierta, lo cual es una lástima por el sentido histórico de este tipo de obras.
Algo similar ocurre con la idea de circunvalación, que ha sido presentada a grupos reducidos de dirigentes, pero que todavía no es mostrada a la prensa.
Son grandes obras públicas que se construyen como sueños colectivos, con un relato, que afectan el entorno y respecto de las cuales debería existir información abierta y con sentido de la historia, por su importancia, por su trascendencia.

Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo