Postergaciones y acumulación

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Los últimos años han sido excepcionales. Lo sabemos. Y la batería de incentivos e inyecciones de recursos que ha hecho el Estado de Chile, sin duda han servido para mantener a flote a miles de PYMES y personas naturales que han tenido un alivio dentro de la desgracia económica que dejó el estallido social y la pandemia.
Entre lo más relevante se han entregado Bonos Alivio Pymes, créditos Fogape Covid; Fogape Reactiva e IFE Laboral, por montos cercanos a US$639 millones de dólares que han ido en directo beneficio.
Tan solo en el Bono Alivio Pymes en nuestra región se invirtieron más de $43 mil millones que recibieron 40.249 empresas en nuestra región. Además, a octubre de este año, 4.823 empresas han recibido subsidios al empleo en la región de Coquimbo, con 3.520 trabajadores beneficiados con los subsidios Contrata y 23.813 con Regresa. En el caso del subsidio Protege, este se ha pagado a 601 trabajadores de la región.
A todo lo anterior se le suman los retiros de fondos de pensiones, discusión álgida que ha dado liquidez temporal, pero que sin duda traerá incertidumbres en el mediano y largo plazo.
Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, existen ciertos “beneficios” que sirvieron mientras el país estaba en la más completa incertidumbre el año pasado, cuando nadie sabía si sería el fin del mundo o si volveríamos en un par de años más a cierto nivel de normalidad. Nos referimos a las postergaciones y aplazamientos de pago, que hoy, al retomar esas deudas, se transforman en un nuevo gran escollo para muchas pequeñas empresas y familias.
Esas postergaciones van desde las cuentas de servicios básicos, hasta aquellos que no pagaron sus arriendos o hipotecarios con la “garantía” de que no habría lanzamientos ni remates durante un periodo. Lo mismo que sucede con el pago de contribuciones de bienes raíces, que se pudieron postergar unos meses, pero que ahora reviven con fuerza y dejan como candidatos a embargo de su inmueble a miles de personas en el país.
Es cierto, cada cual tiene que ser responsable y ordenar sus finanzas. El papá Estado no es eterno y también es evidente que han existido formas de abuso al sistema. Entre ellos el de aquellos que finalmente siguieron recibiendo sus remuneraciones más los bonos, y que ni siquiera han acudido a sus trabajos por las más diversas razones.
Como sea, en algún momento el país tenía que volver a la normalidad y alguien tendría que pagar la cuenta. Ese momento llegó.

Victor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo