“Nuovo Cultivo S.A.” La empresa que automatizó los procesos de germinación, siembra y riego en la agricultura

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“De esto se trata la agricultura: innovación”. Así resume Andrés Dallaserra, gerente General de Nuovo Cultivo S.A. y agricultor desde los 14 años, quién dirige una singular empresa en el sector de Pan de Azúcar, en Coquimbo.
La firma logró incluir tecnología y automatizar todos sus procesos de siembra y cultivo, a través de líneas importadas desde Italia y otros equipos para la germinación de las plantas, riego y climatización de sus viveros, alcanzando altos estándares de calidad, posicionándose en el mercado y en la confianza de sus clientes.
27 personas conforman el equipo humano del lugar. Juntos logran producir, en almácigos, también llamados “plantines”, lechugas escarolas, costinas y otras especiales; Crucíferas, entre las cuales destacan repollo crespo y morado; brócoli; coliflor; así como también apio; acelga; alcachofa; tomate; pimentón, y variedad de especias como cúrcuma, orégano, ciboullete, tomillo y hierbas. Cada especie requiere de un manejo y logística específica para llevar la planta a condiciones óptimas de cosecha, advierte.
Todo se inicia con la sanitización de las bandejas, recipientes elaborados con materiales reciclados en Brasil, que son depositadas en una cinta que las lava con aspersores de alta presión, para pasar luego a una turbina de secado y desinfección con yodo. Ello, elimina cualquier agente, a una velocidad de 400 bandejas por hora, removiendo partículas de tierra y otros vectores.
A su vez, una máquina trituradora, mediante un rodillo, va moliendo el sustrato adquirido en Ucrania, compuesto por material inerte y cero residuos químicos. El sustrato, explica Dallaserra, es una tierra de pantano que se trabaja en un horno que elimina todo tipo de patógenos. No posee siquiera fertilizantes.
Las bandejas pasan a una línea de siembra, altamente mecanizada, importada desde Italia, y que posee un instrumental de apenas cuatro años en el mercado. Una característica especial, añade, es que se puede manejar remotamente a través de un GPS.
La línea posee dos máquinas neumáticas, las cuales constituyen dos líneas de siembra. El proceso de siembra comienza con el llenado de bandejas con sustrato, seguidamente esta bandeja pasa debajo de una placa metálica que hace los orificios donde caerá la semilla. Después un surtidor de tierra tapa la semilla, y a través de unos aspersores humedecen el sustrato para lograr una rápida germinación. Al final, las bandejas son apiladas de 4 en 4 pasando a unas correas donde son tomadas para llevarlas a la cámara de germinación.
Ambas líneas de siembra, llamadas Da-Ros LR 450, tienen capacidad de siembra diferente, la línea 1 siembra 450 Bandejas/hora, mientras que la línea 2.650 bandejas /hora, proveyendo de una capacidad de siembra diaria de unas 5.000 bandejas diarias, sin trabajar a la máxima capacidad.

Germinación, viveros y riego
Ocho ventiladores y un sistema de temperatura computarizado –para garantizar un 99% de germinación de las semillas– componen la cámara de germinación, la que ayuda a regular la humedad y temperatura para obtener la mejor calidad durante el proceso de gestación, cultivo y cosecha de la planta. La semilla permanece 24 horas en proceso de incubación y brote, para luego ser trasladada a los viveros.
Nuovo Cultivo cuenta con 4 viveros-sombreaderos, y 6 invernaderos. En cada uno de ellos se ubican mesones identificados, donde son colocadas las bandejas para el desarrollo de las plantas. Todas las bandejas son ubicadas, según la especie y por semanas de siembra, cada una individualizada con un cartel, donde se señala su especie, lote de semilla y semana de siembra. “Me demoro dos meses en producir y el agricultor en invierno se demora cuatro meses más. Significa que tú vas a comerte una lechuga o un producto que estás pagando por seis meses de procedimiento o proceso”, agrega el agricultor.

Nuovo Cultivo además introdujo otra innovación, es decir un tipo de riego que elimina los virus, bacterias, hongos y otros patógenos, y no deja residuos químicos al ser inocuo, garantizando así la desinfección y calidad de los plantines. Se trata de un riego con agua ozonorizada, que además de reducir los elementos patógenos, promueve el desarrollo de las raíces de las plantas.
Esto lo consigue con una maquinaría que succiona el aire y el oxígeno, y lo dirige por unas turbinas, mediante un aspirador. Dicho aire pasa por unos filtros que producen golpes eléctricos como minitormentas. “Esto está en Europa y se usa para eliminar todos los químicos que tenga la planta. El riego se reparte por tres válvulas a un sistema automatizado, compuesto por microaspersores y se encuentran controlados por programadores digitales que son manipulados por el encargado. La programación se establece para que el riego dure desde las 6:00 hasta las 11:00 de la mañana, en ese lapso es regada toda la superficie”, precisa.
La actividad de riego es reforzada con otros localizados donde los microaspersores no cubren, generalmente en las cabeceras y bordes de mesones. “El riego con ozono es antibacterial, es lo que está matando el covid-19: el cobre, los aminoácidos y el ozono matan todas las bacterias porque rompe las células”, concluye.