Investigador expone información científica para la instalación de plantas desalinizadoras

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La mega sequía que afecta al centro y centro-norte de Chile tiene efectos particularmente severos en la región de Coquimbo, situación que plantea la necesidad de disponer de nuevas fuentes de agua. En este contexto, las plantas desalinizadoras constituyen una potencial fuente de abastecimiento de agua tanto para el consumo humano como para uso agrícola o industrial. Sin embargo, este tipo de instalaciones y su funcionamiento pueden conllevar posibles impactos para el sistema ambiental y socio-ecológico del borde costero.
El Dr. Víctor Aguilera, investigador oceanográfico del Centro Científico CEAZA, se encuentra en Mar del Plata participando en el III Congreso Iberoamericano de Gestión Integrada de Áreas Litorales para dar a conocer resultados del proyecto de investigación estratégica “Fundamentos oceanográficos y biológicos para la planificación y el diseño de plantas desalinizadoras en el centro-norte de Chile”. El estudio entrega información clave para que las decisiones que se tomen respecto de la ubicación de posibles plantas desalinizadoras en la costa de la región cuenten con evidencia técnico-científica.
Desde el punto de vista regional el proyecto pretende contribuir a la planificación territorial, mientras que desde el punto de vista nacional la investigación busca apoyar la actualización y diseño de políticas públicas.
Según el Dr. Aguilera, el potencial impacto de las plantas desalinizadoras está relacionado con los procesos asociados a la captación de agua de mar y la descarga de salmuera en el océano. “Durante la captación del agua de mar es posible que las especies en ella presentes, y que tengan interés ecológico, de conservación y/o económico, como especies para el desarrollo de la acuicultura, puedan ser succionadas y concentradas por el sistema de captación de las plantas. La concentración de estas especies es relevante desde el punto de vista operativo de las plantas, ya que una mayor concentración biológica reduce su eficiencia de funcionamiento elevando los costos por pre-tratamiento. Este pre-tratamiento involucra el uso de productos químicos (anti-incrustantes) que reducen la adhesión de organismos a los ductos de la planta, y que pueden ser posteriormente vertidos junto con la salmuera al océano”.