Cristóbal Benítez, director nacional del Sernatur: “El turismo interno es el que más se recuperado post pandemia”

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Un 30% del flujo hacia los destinos de la región de Coquimbo en alta temporada provienen a este segmento, que se traduce en un movimiento interno que beneficia a sectores rurales y las experiencias que ofrecen los operadores de los valles interiores. Perspectivas positivas considerando la reciente declaración de Zona de Interés Turístico en el eje Pichidangui-Quilimarí y el verano 2023.

La meta es desestacionalizar la marcada oferta turística de la región de Coquimbo. La semana pasada comenzó la temporada de cruceros 2023-2024, que trae a visitantes internacionales que recorren los principales puntos de La Serena, valle de Elqui, incluso Limarí, generando un gasto de hasta US$150 por pasajero, a través de la compra de artesanías en lapislázuli, vinos y otros productos locales.
Paralelamente, se produjo el cierre de Coquimbo Adventure, la Primera Cumbre de Turismo Aventura y Naturaleza del norte chileno, que promueve la llevada de personas en periodos de baja demanda y abre posibilidades de diversificar la oferta de productos y servicios turísticos.
En ambas instancias estuvo el director del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), Cristóbal Benítez, quién también se refirió a la reciente declaratoria de Zona de Interés Turístico (ZOIT) en el eje Pichidangui-Quilimarí, en la comuna de Los Vilos, la segunda de este tipo tras el valle de Elqui. Además, indicó algunas las proyecciones para el sector, de cara al próximo verano en la región de Coquimbo.
“Vinimos porque acá hay un trabajo relevante. No solamente para la región de Coquimbo, sino para todo el norte del país. Estamos potenciando productos que tienen que ver con turismo de naturaleza y aventura, que permiten diversificar la oferta de la región y también aumentar la temporada de funcionamiento de la actividad, haciendo nuevos productos y destinos”, sostuvo.
Se estima que un 30% de los visitantes en periodos de alta demanda turística pertenecen a un movimiento interno, que beneficia a sectores rurales y las experiencias que ofrecen los operadores de los valles interiores.

Volvieron los cruceros y estamos a poco de iniciar el verano ¿Cuáles son las proyecciones para la región?
“Tenemos una buena expectativa, sobre todo en el turismo interno para la próxima temporada (verano). El turismo interno es el que más se recuperado post pandemia. Ya tenemos un 11% sobre lo que era antes de la pandemia, y esperamos que se produzca una buena temporada de verano”.

¿Por eso su visita a este certamen de turismo aventura?
“Este tipo de eventos es lo que necesitamos relevar porque, a nivel internacional, el turismo aventura es una de las áreas estratégicas que estamos trabajando, con muy buen posicionamiento y nos ayudan a conectar con operadores internacionales, que conocen a Chile como un destino de turismo aventura, pero necesitan conocer más diversidad de productos”.

¿Quiénes consumen estas experiencias turísticas?
“Estamos trabajando con ATA, que es la Asociación Mundial de Turismo Aventura, que tiene su principal sede en Estados Unidos. La mayoría de los tours operadores son norteamericanos, pero también hay europeos y brasileros. Son turistas que tienen mayor permanencia, gasto y trabajan en temporadas distintas. Eso ayuda a compensar la estacionalidad a zonas como la región de Coquimbo, que tiene una estacionalidad marcada, potenciando el turismo de los valles, por supuesto el valle de Elqui, pero también Limarí y Choapa”.

Recientemente, el eje Pichidangui-Quilimarí fue declarado como Zona de Interés Turístico…
“Efectivamente, el Comité de Ministros (del Turismo) sesionó y se aprobó la Zona de Interés Turístico (ZOIT) de Pichidangui y Quilimarí. Es clave porque esa zona es rural o están emergiendo, y es importante por dos cosas. Primero, requiere una buena coordinación y trabajo constante público-privado, donde es importante que queden mesas de trabajo y la colaboración junto al municipio, actores que quieren fortalecer el territorio. Y segundo, porque queda una hoja de ruta sobre qué necesitamos para fortalecer el territorio. Y eso es parte de la ZOIT, donde se elabora un plan de acción, donde los distintos actores se comprometen a fortalecer el destino. Nos permite ponernos de acuerdo hacia dónde queremos ir, y trabajar en conjunto para lograrlo”.