Aguas del Valle reingresa a evaluación ambiental de planta desaladora y proyecta su ejecución para marzo del 2023

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Sanitaria justificó que su localización (El Panul, en Coquimbo) permite buenas condiciones oceanográficas para que el proceso de captación y desalación, además de su cercanía a la ciudad-puerto y La Serena, principales destinatarios del agua potable a producir. “El Proyecto ha contemplado la compatibilidad territorial de cada una de las instalaciones terrestres, compatibilidad con el catastro geográfico de concesiones marítimas y usos en el área de estudio”, aludió

Luego de varias semanas que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en la región de Coquimbo desistiera de revisar el proyecto de construcción de una planta desaladora a cargo de la sanitaria Aguas del Valle, la empresa -el pasado 04 de julio- reingresó a evaluación ambiental la iniciativa, que considera una inversión de US$181 millones.
El SEA consideró que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no identificó todas aquellas políticas y planes evaluados estratégicamente, respecto a la compatibilidad del proyecto con el uso del territorio y los objetivos ambientales. Esto pues, la empresa no presentó la relación entre la propuesta y Plan Regulador Intercomunal de la Provincia del Elqui (PRI Elqui), vigente actualmente.
“Se hace presente que el Plan Regulador Intercomunal de la Provincia del Elqui, corresponde a un instrumento de planificación territorial evaluado estratégicamente, cuya versión original publicada el 10 de abril de 2019, es la única que se encuentra vigente a la fecha y, por lo tanto, de conformidad a la Ley, debe ser considerado para efectos de analizar y acreditar la compatibilidad de las partes, obras y acciones del proyecto con los lineamientos y objetivos de dicho plan”, sostuvo la directora del SEA en Coquimbo, Claudia Martínez.

Agregó que si bien el titular presenta antecedentes del PRI Elqui, la “línea de base uso del territorio y su relación con la planificación territorial”, no presenta lo requerido por el artículo 15 del Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), donde “debe ser identificado como un instrumento evaluado estratégicamente vigente y verificar, por lo tanto, la compatibilidad territorial de las partes, obras y acciones del proyecto con la regulación del territorio definida por el instrumento”.
Justificación
Tras más de 5 años de estudios ambientales, sociales y de infraestructura, Aguas del Valle finalmente había ingresado el proyecto que tiene por objeto para el abastecimiento de agua fresca para el consumo las ciudades de La Serena-Coquimbo. Ello, considerando la grave sequía que afecta a la región.
La iniciativa se emplazará en el sector El Panul, al sur del casco antiguo de la ciudad puerto y, entre los dos a tres primeros años la construcción, tendrá una capacidad de 600 litros por segundo (l/s) de caudal en su primera fase, con un máximo de 1.200 l/s de producción. 78.000 familias serán beneficiadas en la etapa inicial.

El proyecto permitirá respaldar el consumo de agua potable para la conurbación, luego, de ser requerido, se proyecta a otras localidades de la región, como Ovalle y Andacollo. La planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los períodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable.
Según los antecedentes que maneja la empresa, la ejecución de la iniciativa sería a fines de marzo del 2023, para comenzar a operar durante el 2026.
Justamente, la firma justificó que las partes, obras y acciones del proyecto consideran instalaciones cercanas al mar, que permitan buenas condiciones oceanográficas para que el proceso de captación y desalación se realice de buena manera, además de encontrarse cercano a las ciudades de Coquimbo y La Serena, principales destinatarios del agua potable a producir.

“El Proyecto ha contemplado la compatibilidad territorial para la ubicación de cada una de las instalaciones terrestres, compatibilidad con el catastro geográfico de concesiones marítimas y usos en el área de estudio”, afirmó.
Junto a ello, el lugar tiene acceso al empalme a la red eléctrica, facilitando la disponibilidad de energía eléctrica para el funcionamiento de las instalaciones, fundamental para un proyecto de desalinización. Y destacó que está cercano a redes viales importantes en la zona, como la Ruta 5, lo cual permitirá un desplazamiento más expedito de vehículos, desde y hacia la planta desaladora, obras marinas, y los sistemas de conducción, facilitando el transporte de materiales, insumos y personal durante las fases de construcción y operación, y evitando mayores intervenciones producto de la construcción y habilitación de caminos de acceso y circulación.