Turismo en serio

0
154

Cuando don Humberto Ríos (dueño de Rosa Agustina) lo dice, en realidad tiene otro peso. Suena diferente y nos hace ver la próxima inauguración del centro turístico como un evento de talla mundial. Es efectivamente el primer “Resort All Inclusive” de la costa de Chile. Un proyecto grande, multimillonario ubicado en Guanaqueros, una de las mejores playas que tiene la región. Y esta próxima apertura debería obligarnos a revisar en conjunto los servicios y atractivos que se ofrecen en nuestra región, para que sean acordes con este gran polo turístico que promete funcionar durante todo el año. En este sentido, resulta interesante la alianza que se ha generado con la Cámara de Turismo de Guanaqueros y también con el municipio y, en general, la buena disposición de las autoridades para que el recinto pueda iniciar su funcionamiento. Desde esa perspectiva, es de esperar que al igual que Olmué, la pequeña localidad de Guanaqueros comience a ser identificada todavía más en el mapa chileno. Es necesario que sigamos la senda de transformar el turismo regional en una industria de alto nivel, bien promocionada, con servicios seguros y garantizados, con atractivos reales y que sepan entregar experiencias de valor al visitante. Esa es sin duda la mejor promoción. Los próximos cruceros que llegarán son una gran oportunidad. Pero por más esfuerzos que puedan hacer los empresarios privados, es igual de necesario el trabajo de las autoridades comunales, en especial para cuidar los detalles que pueden marcar la diferencia y también para organizar, gestionar y finalmente ofrecer ciudades con atractivos públicos interesantes y bien cuidados. Desde la disponibilidad de baños hasta el mantenimiento de aceras y calzadas. La recolección de basura y el mantenimiento de parques y jardines. El repaso constante de las vías de evaluación y la disponibilidad de buena información turística. Si a lo anterior le agregamos uan buena cartelera de espectáculos y actividades y panoramas, el cuadro se va completando. En este sentido, llama mucho la atención la casi nula motivación y atractivo de La Serena en estas fiestas patrias, una ciudad muy apagada, sin vida, en que solo los puestitos de artesanías en la Avenida del Mar fueron parte de los panoramas garantizados. En realidad no hubo mucho más que ofrecer. Falta mucho por hacer para merecer más inversiones como las que instala Rosa Agustina. Hay que trabajar para ello.

Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo