Sueños más cercanos

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Siempre en política se dice que el líder debe ser capaz de inspirar nuevos sueños comunes. Llevar banderas que involucren a la comunidad en grandes desafíos a futuro. Es cierto que esos sueños son necesarios, pero también es cierto que deben ser pertinentes, oportunos, realizables y concretos.
Y los ejemplos de proyectos desproporcionados a la realidad local son variados. Por lo pronto el tranvía entre Las Compañías y Coquimbo por el eje Balmaceda. Bonito proyecto, pero bastante lejano todavía como para comenzar a soñar. Pareciera que primero es necesario buscar las fórmulas para mejorar más las micros de transporte mayor antes de pensar en intervenir una de las arterias más transitadas de al ciudad por más de US$200 millones.
De la misma forma el aeropuerto de Tongoy. Un sueño que llegó a tener un dibujo, un bosquejo, pero que en la realidad de las cifras duras y en la práctica se hace bastante poco probable de realizar en esa ubicación proyectada. Ahora el aeródromo La Florida será nuevamente licitado por más de 20 años, dando la razón a quienes dijeron que todavía le quedaba bastante tiempo.
En fin, el mismísmo túnel de Agua Negra. Una inversión multimillonaria y bastante incierta, cuyo costo se asumía en conjunto con unos vecinos frágiles económicamente y –por qué no decirlo- bastante erráticos en el cumplimiento de sus compromisos comerciales.
Pero así como soñamos con esas grandes obras, tenemos otras necesidades locales bastante más básicas que no se han solucionado. Por lo pronto, la región no tiene un relleno sanitario y el vertedero de El Panul hace rato que está más que colapsado.
En otro ejemplo, hace algunos días falleció una joven artista atropellada en Bicicleta, lo que nos recuerda que todavía no hemos avanzado lo suficiente en algo tan básico como las ciclovías locales.
Y sin esforzarnos demasiado vemos que no tenemos un Teatro Regional. ¿Es eso moralmente posible en una zona artística como la nuestra?.
En fin, si vamos revisando, tenemos una larga lista de necesidades que no son sueños lejanos ni caros, son necesidades concretas, pertinentes, oportunas y realizables. Como para que nuestros políticos la revisen de vez en cuando.

Victor H. Villagrán
Editor Semnario Tiempo