¿Porqué yo no voté?

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Mi precoz vocación, formación y experiencia cívica y política desde 1954, con una conversión en 1957, quizás me puso exigente en medir el ancho, profundidad y altura de las opciones. En un ambiente de ausencia de Educación Cívica y de deformación de la noble actividad Política. Importante es elegir un Presidente de la Republica, un Jefe de Estado, más aun en las actuales, realidades y expectativas que tiene la Comunidad Nacional. Y eso hay que verlo expresado en propuestas de un Programa Integral de Desarrollo Nacional. Debo reconocer que el ambiente de elecciones precedentes poco me motivaron. No las percibía vinculadas a la Política, Democracia, Soberanía, Seguridad Social. Bien Común. Desarrollo Humano. Hoy tratan de tapar el sol con un dedo. O creando ambiente distractor con espectáculos, eventos. Más aun negando, censurando, realidades que el masivo y expresivo despertar hizo visible en sus causas y consecuencias de miserias humanas que dañan Personas y Humanidad. Hoy demonizan, no las causas y causantes de esas miserias, sino el clamor por liberarse de ellas. Personajes y organizaciones ausentes del Despertar de Chile, pasaron de escondidos a reaparecidos y a… protagonistas. No me gustaron sus libretos, productores y publicistas. En suma “no me subí a la micro”. Sí, a un dron del espacio y tiempo. Y en sillón giratorio. Vislumbré que seguimos en tiempos de Parto. Natural. Pleno. Con dolores, latidos y luces de Vida. Para vivir en Bien Común todos y cada uno. Nos muestran en repetidas palabras realidades que son apariencias. O solo sus creencias. Lo serio, real, lo bueno, es el parto que continúa su natural proceso. De un embarazo clamado en silencio por muchos mucho tiempo. No deseado por pocos con mucho poder y avaricia. Me pareció que estas elecciones no nos convocaron a sumarnos a esa Vida. Si, a descalificarnos. Para revivir alternancias programadas. Estériles. Frustrantes. Sospechosas. La Energía y Conciencia Social está. Con sus protestas más vigentes y más compartidas propuestas. Lo esencial ya visibilizado. También visible hoy en empresas aún enlatadas. Que no son PYMES. Con un fondo de Esperanza la Asamblea Constituyente mandatada por un 80 % para una Nueva Constitución cohabitará con un Congreso con precaria representatividad. Oportunidad de Diálogo. Ambos resultados ameritan objetivos y amplios análisis. No solo en cifras, en especial en la motivación personal y colectiva a votar que tuvieron sus electores. Ahora hay dos opciones Presidenciables de segunda vuelta. Para convocarnos y convencernos debieran revisar la actualización, integralidad y factibilidad de sus Programas, la excelencia de sus equipos, y la coherencia, identidad y lealtades compartidas de sus alianzas. Con la mirada escrutadora de la mayoría silenciosa de electores que no votan desde hace mucho. Y así darnos un clima que convoque a votar “no contra” por motivaciones de odio o de susto. Sí, “por gusto y razones” que nos representen en nuestros sueños de Comunidad Nacional. Mientras, aportaré a la siembra de buenas semillas nuevas en surcos nuevos. De Nuevos Tiempos.

Por Pedro Prado Moreno