Errores comunicacionales

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Esta semana sin duda estuvo marcada por los errores en declaraciones poco afortunadas de autoridades. Y no nos referimos sólo a la ministra Siches, sino también a nuestra gobernadora Krist Naranjo. Si bien ambas dijeron probablemente lo que pensaban y sentían, lo hicieron al menos con un mensaje no adecuado, en un contexto no adecuado.
Muchas veces el ímpetu, las ganas de hacer las cosas producen estos desaciertos irreflexivos que -reiteramos- no tienen que ver con el fondo del contenido que se trata de transmitir.
Y es que efectivamente es legítimo que la gobernadora en su fuero interno, en el fondo de su corazón no desee el túnel de Agua Negra, que tenga dudas y reticencias, pero acá el asunto es que en la posición de poder en que se encuentra es necesario mostrar al menos en el lenguaje una consideración por decenas de líderes locales que sí apoya el proyecto, partiendo por el propio presidente de la República que unas pocas horas antes que ella daba señales en la dirección totalmente contraria. Básicamente tenemos un problema de forma, de momento, contexto, tino político… Si lo que realmente se pretende es ganar respaldo, legitimidad o apuntalar un liderazgo que ya está bastante debilitado.
La ministra, por su parte, también pudo haber recibido información imprecisa, pero ese no fue el principal problema. El asunto es que el mensaje lo transmitió con sarcasmo y manifestando una acusación de grueso calibre con uso de ironía y mofa, sin dejar margen de duda. En el fondo, actuó sin la prudencia que exige su cargo. Y es que probablemente se quedó pegada en su rol de dirigente opositor, en que podía darse esas licencias. Pero en el rol actual eso no es así. En este cargo no se representa ella ni su pensamiento personal.
En fin, a ninguna de ellas se les puede crucificar en la plaza pública ni mucho menos. Probablemente quedarán como anécdotas, pero que si se siguen repitiendo y sumando pasarán a marcar un estilo y ahí el tema es diferente. No porque lo digamos en esta editorial, sino porque la misma historia nos muestra cómo la credibilidad, consistencia y coherencia puede pasar cuentas políticas muy abultadas.
En nuestra región, el túnel de Agua Negra lleva decenas de años de estudios, y ha significado millones de pesos en reuniones, viajes, acercamientos internacionales, estudios, seminarios y por esa misma razón no puede ser ninguneado como un comentario de pasillo por la máxima autoridad regional. Si ella tiene alguna convicción sobre el proyecto, debe buscar, políticamente, la forma de persuadir sin pasar a llevar lo que en nuestra región se ha avanzado. El mundo definitivamente no comenzó a girar el año pasado.

Victor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo