Pese al notorio avance en la implementación en estas unidades, existen un promedio de hasta 20 personas esperando camas en las unidades de emergencia de los hospitales. Médico internista con especialidades en traumatología e inmunología clínica comenta que solo este año han derivado a 25 pacientes a recintos asistenciales de Santiago y Valparaíso.
Es médico internista con especialidades en inmunología clínica y traumatología. Se trata de Alejandra Álvarez, la actual subdirectora de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Coquimbo quien trabaja hace una década en hospitales y con un paso en la dirección del San Pablo de Coquimbo.
Solo este año se han derivado a 25 pacientes con Covid a las regiones de Valparaíso y Metropolitana y se explaya para Semanario Tiempo en un aspecto fundamental para decretar cuarentena por la pandemia: las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
“Nosotros en la región de Coquimbo tenemos operativas 96 camas UCI, hemos tenido una respuesta creciente. En marzo del año pasado, teníamos 22 camas UCI, y se fueron implementando hasta llegar a 85 camas, en la primera ola, como máximo. Cuando la realidad epidemiológica cambió y pasamos a Fase 4, quedamos con 56 camas, y luego re implementamos para llegar a este número (96) que es muy superior al año pasado”.
-¿Hasta cuántas cámas UCI se pueden implementar?
“Existe la posibilidad de crecer, va a depender del recurso humano que podamos conseguir y esperamos crecer a las 100 camas la próxima semana. Hemos crecido en 40 camas este 2021, en muy poco tiempo, porque la implementación de la red el año pasado la hicimos en tres meses, y este año la logramos hacer en tres semanas”.
-¿Realmente la IV Región era quien menos unidades tenía en el país?
“Es la región que tenía menor cantidad de camas en relación a la cantidad de habitantes. 1,2 camas por 1.000 habitantes, y por supuesto eso también se reflejan en las camas críticas. Illapel antes no tenía camas críticas. El año pasado, implementamos 12 camas críticas y ahora logramos agregarle otras 3 camas UCI para darle mayor flujo a los pacientes críticos en el Choapa”.
-¿Por qué no se habilitó esta oportunidad el hospital de contingencia de Ovalle?
“El hospital antiguo no fue habilitado porque fue superada la habilitación y el número de 85 camas. Pudimos optimizar la red y aumentar el número de camas en la red asistencial”.
-¿Qué tan estresada está la red de hospitales con patologías no covid?
“A diferencia de la primera ola, lo que hicimos fue mantener las cirugías a nivel de no requerir camas críticas. Cuando estuvimos en Fase 3 o 4, hicimos cirugías que requería cama crítica y la cirugía electiva, que requería cama entre 1 o 2 días. Ahora, cuando entramos a Fase 2 restringimos la cama crítica que no requería urgencia, y la verdad es que seguimos operando, los tres hospitales siguen operando pacientes”.
-¿Hay alguna estimación de listas de esperas?
“Hemos mantenido una producción quirúrgica para seguir con la lista de espera que es grande”.
-Manejamos el dato de 20 personas en las urgencias esperando una cama ¿Cómo se encuentran esas unidades de atención?
“La verdad es que siempre hemos tenido pacientes hospitalizados en las urgencias, y es por ese déficit de camas. No es algo de ahora. Los hospitales de La Serena y Coquimbo mantenían un promedio de pacientes hospitalizados en las urgencias, entre 15 y 20 como promedio, por recinto. Y más aún en invierno, cuando la cantidad de pacientes aumentan”.
-¿Cómo se maneja ese déficit?
“Lo que hacemos rápidamente es evaluar la desocupación de camas durante el día de la red para ingresar a esos pacientes y así se van dando los flujos.