Abogado reclamó como coadyuvante del SEA en la causa que busca invalidar la millonaria iniciativa de inversión privada, descartando no solo la presencia de cementerios indígenas bajo áreas del proyecto minero, sino también su “excelente” relacionamiento comunitario y campañas de sensibilización. “Es un proyecto ejemplar”, aludió.
En medio de los alegatos por la reclamación presentada por la Junta de Vecinos de El Molle contra el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) por el proyecto minero Arqueros (ver nota principal), el titular de la iniciativa de US$396 millones, a través del abogado Juan Ignacio Morán, descartó como tercero coadyuvante los aspectos cuestionados por las comunidades, y resaltó la propuesta de valor que conllevaría su ejecución.
De acuerdo a los antecedentes, Morán explicó que Arqueros es un proyecto ejemplar que nació como una alianza chilena-japonesa que busca desarrollar la minería del cobre con una explotación subterránea, en un segmento de mediana escala. “Son estos proyectos los que ha intentado incentivar las autoridades y los gremios”, mencionó.
Y agregó: “Es de los muy pocos proyectos en Chile que se están construyendo desde cero, porque sabemos que la industria está ligada a continuidades operaciones y expansiones”, sostuvo.
Según Morán, la línea de transmisión eléctrica “ha sido objeto de este debate”, destacando que presenta “un avance de un 80% de construcción de la línea; o sea, las torres ya están instaladas con sus cables y con todas sus obras complementarias”. A continuación, destacó que, desde la perspectiva de la comunidad local, “las personas que habitan ahí en el día a día simplemente no tienen opción de observar estas torres eléctricas de las que estamos conversando”.
En seguida, el abogado añadió que, si bien “las torres se ven desde otros lugares, desde los cerros, pero no desde El Molle”, quiso relevar especialmente el vínculo de la empresa con el entorno, señalando que “se nota que es una empresa ejemplar”, que “ha tenido un excelente relacionamiento con las diversas comunidades del sector” y que ha desarrollado iniciativas como “campañas de tránsito vial” y talleres de sensibilización sobre la importancia de un tránsito seguro y a velocidad reducida.
Finalmente, respecto de una eventual afectación a cementerios indígenas, dicha alegación fue descartada por el abogado Ovalle, quien sostuvo que “aquí no hay constancia alguna de que exista un cementerio, ni mucho menos un cementerio debajo de una torre eléctrica”, agregando que el Ministerio de Obras Públicas habría indicado que, en esta materia, “aparentemente los cementerios estarían en un lugar muy distinto”.
De concretarse Arqueros, se estima que en su funcionamiento -de unos 21 años- se contratará a unas 668 personas de forma directa, y generará otros 2.000 puestos laborales de manera indirecta. De ello, el 35% será mano de obra local.








