Entre las principales amenazas de la degradación del territorio se encuentran los incendios forestales, el cambio climático, las parcelaciones de los predios, la erosión, entre otras”. Lluvias sumaron 4,1 millones de m3 de forma preliminar.
Finalmente llegaron las primeras precipitaciones a la región de Coquimbo y si bien las lluvias causaron algunos estragos con anegamientos en arterias y suspensión de clases en algunas comunas, el balance podría considerarse positivo dada la prolongada sequía que afecta a la zona.
Toda gota suma ante una crítica escasez hídrica que se extiende por más de 14 años. Así, los ocho embalses de la región de Coquimbo sumaron 4,1 millones de m3 con las primeras precipitaciones, alcanzando un volumen total de 215,8 millones de m3, equivalente al 16% de la capacitades que los tranques pueden almacenar (1.339 millones de m3) (ver tabla), de acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA).
Sin embargo, el daño de la sequía es monitoreada bajo distintos parámetros que abarcan no solo el abastecimiento humano, sino también el perjuicio en los rubros productivos. En la Comisión de Agricultura del Senado, en marco de la discusión del proyecto de Ley Marco de Suelos, la directora Ejecutiva del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), Katherine Araya, valorizó económicamente el impacto de la degradación de los suelos a lo largo del país. En la región de Coquimbo, apuntó, el deterioro llega al millón de dólares, por año.
“El suelo es un recurso natural que necesita más de 30 mil años para volver a su ciclo. Las principales amenazas son los incendios forestales, el cambio climático, las parcelaciones de los predios, la erosión, entre otras”, sostuvo Araya en la instancia parlamentaria.
En ese sentido, la directora Ejecutiva del Ciren mencionó que desde el 2020 se están realizando análisis sobre las características físicas, químicas y biológicas de los suelos, y actualmente se están ejecutan actualizaciones de los estudios en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Ñuble.
“Tenemos el 56% de los suelos degradados en el territorio nacional (…) Ciren ha logrado valorizar económicamente los suelos degradados. Si hacemos la suma entre Coquimbo y Los Lagos son cercanos a los US$50 millones en pérdidas anuales”, complementó.
En tanto, los datos recopilados por el Centro Científico CEAZA exhiben que la región aún está marcada por la escasez hídrica y con un sistema hidrológico en condiciones críticas. El informe indica que los caudales se encuentran por sexto año consecutivo en niveles bajos. En esta temporada, que comenzó en abril, los caudales solo alcanzan el 49% del promedio histórico en la cuenca del Elqui, el 78% en Limarí y el 72% en Choapa. Esta situación ha presionado los embalses, cuyas reservas vienen cayendo progresivamente con cada temporada seca.
“En este momento, el agua embalsada en Elqui es de un 20% con respecto a su capacidad, en Limarí de un 10% y en Choapa de un 78%. Los niveles de embalse se mantuvieron similar a abril en la mayoría de ellos, por lo que el agua embalsada a nivel regional continúa siendo de un 16% respecto a la capacidad regional”, apuntó el boletín de CEAZA.
Temperaturas: invierno más cálido
El pronóstico para las temperaturas durante este trimestre de junio hasta agosto, sugiere valores por sobre el promedio en zonas interiores y de cordillera, mientras que en la costa, las temperaturas estarán dentro o apenas sobre lo habitual para la época del año desde la costa de la región de Coquimbo hacia el sur.
En el norte de la región, la proyección es más incierta, aunque el fortalecimiento del Anticiclón del Pacífico podría favorecer condiciones secas. “Los modelos son consistentes en pronosticar un Anticiclón subtropical intensificado para la época del año durante el próximo trimestre, lo que sugiere que, desde la costa de la región de Coquimbo hacia el norte, debiese prevalecer una temperatura promedio que estaría dentro o por debajo del valor promedio para el trimestre”, explicó el reporte del centro científico.
El Niño en fase Neutra: incertidumbre hacia la primavera
Finalmente, el área de meteorología de CEAZA indica que el ciclo climático ENOS (El Niño–Oscilación del Sur) se encuentra en una fase Neutra, la cual se espera que persista al menos hasta la primavera.
Esta fase está asociada a una mayor incertidumbre en el comportamiento de las lluvias, pero aun así, los modelos coinciden en que es probable que la tendencia a precipitaciones bajo lo normal se mantenga.