“El beneficio no llegaba a nuestra gente por la codicia de personas que dejaron un municipio en ruinas y destruido”, dijo el alcalde de la ciudad, Ali Manouchehri. Para el ex futbolista el devenir de la comuna transitó desde una fase de austeridad financiera a un modelo de gestión “responsable y eficiente”.

Con palabras de agradecimiento comenzó su Cuenta Pública 2025 el alcalde de Coquimbo, Ali Manouchehri. Y es que posicionarse como el jefe comunal más votado en una elección popular en la ciudad-puerto, la primera mayoría a nivel regional y uno de los más preferidos -porcentualmente- a lo largo del país, llevó al edil a catalogar estos días como uno de los “más agradables” de su vida.
“Más de 90 mil coquimbanos apoyaron el trabajo que estamos realizando y depositaron su apoyo en este proyecto”, dijo. Sin embargo, los dichos del exfutbolista se deben al positivo momento financiero de las arcas municipales. Según Manouchehri, su gestión ha logrado el avance significativo en la reducción de la deuda municipal. “Ésta ascendía a más de $40 mil millones. Algunos dirán: es nuestro debe”, y así lo asumimos desde el día 1, porque de no recuperar la confianza en los proveedores y en nuestra institución, no podríamos estar en la posición que nos encontramos hoy, con un municipio sano financieramente. Por eso logramos decir con orgullo que el 2024 logramos reducir el endeudamiento de la municipalidad, a más allá de un 80%”, sostuvo.

En ese sentido, recordó que Coquimbo experimentó una etapa “oscura” y apuntó a la gestión de su antecesor: “el beneficio no llegaba a nuestra gente por la codicia de personas que dejaron un municipio en ruinas y destruido, y espero que alguna vez exista justicia y los responsables respondan por fallarle a Coquimbo y su gente”.
$104 mil millones y proyectos claves
En su discurso, el alcalde Manouchehri mencionó que el año pasado registró un incremento del 14,6% del presupuesto en relación al periodo anterior (2023), alcanzando un monto superior a los $104 mil millones. Para el ex futbolista el devenir de la comuna transitó desde una fase de austeridad financiera a un modelo de gestión “responsable y eficiente”.
“Estamos en un buen momento, y no me refiero a lo financiero sino a lo preparados para atender las necesidades de nuestra gente. Porque hemos invertido cada peso que ha ingresado, gracias a un trabajo serio y responsable que nos permitió impulsar una transformación que garantiza un buen presente y un mejor futuro para los habitantes de Coquimbo”, dijo.

Entre las áreas destacadas está la salud. En esta línea, destacó el presupuesto de $4.400 millones de gasto para mobiliario, vehículos e infraestructura en Tierras Blancas, Tambillos, Pan de Azúcar, entre otras. Además, resaltó los recursos para financiar el diseño del nuevo Cesfam de Tongoy, aprobado por el Ministerio de Salud y que -prontamente- ingresará a evaluación al Ministerio de Desarrollo Social.
Otro de los puntos patentes en su administración se encuentra en la intervención en instrumentos de planificación territorial. Entre ello, mencionó la confección de un nuevo Plan de Desarrollo Turístico (Pladetur), y la actualización del Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) y el Plan Regulador Comunal. “Por años Coquimbo creció sin orden, sin una planificación clara y sin visión de futuro. Esto era una realidad, problemas de conectividad en distintos sectores del territorio, un crecimiento de viviendas que no fue orgánico, junto con ello la falta de visión para el desarrollo turístico, urbano de nuestra comuna”.
Finalmente, para el periodo considerado, expresó que se materializarán 41 iniciativas de inversión, con un monto que llega a los $25 mil millones.