Inicio Opinión PROBLEMÁTICA Y SOLUCIONÁTICA

PROBLEMÁTICA Y SOLUCIONÁTICA

21
0

Hoy en día observamos a muchos que aducen tener “ojos de buen cubero”, es decir capaces de hacer o calcular algo al tanteo o de la manera más precisa posible sin contar con instrumentos de precisión. Expresión que tiene su origen en los antiguos artesanos que fabricaban cubas en forma manual basándose en su habilidad para que resultaran similares en su forma y tamaño que se utilizaban para comercializar productos básicos que se prestaran para ello.
Una de estas cubas es justamente el “almud”, palabra de origen árabe y español, utilizada como una unidad de capacidad y volumen determinado, que se empleaba en la mensura de productos sólidos y a veces líquidos que variaba de tamaño en decímetros cúbicos, correspondientes habitualmente a un litro, utilizado en España como resabio cultural de la presencia árabe en la Península Ibérica durante 8 siglos. Medida prácticamente en desuso en la actualidad, y la única vez que vi utilizar este cubo de madera fue en Chiloé a mediados del siglo XX en caletas y ferias libres para la compraventa de papas, porotos, maíz, choritos, almejas y otros, lo que hoy nos parecería tan insólito como solicitar un kilo de huevos en el comercio.
Todos entendemos que la “problemática” se refiere, y así lo afirma la R.A.E, a un conjunto de problemas en relación a situaciones difíciles que afectan a las personas y a los países y sus comunidades en determinadas circunstancias, y de eso por supuesto estamos saturados en la actualidad. Lo de ”solucionática” en cambio se trata de un término informal, no reconocido por la R.A.E., que lo he utilizado debido a que repercutió en mi memoria al recordarla como una palabra muy utilizada en política durante los primeros años de la década del 70 durante el siglo XX, sobre la cantidad de problemas in crescendo cada día debido al desorden y la violencia imperante.
En el fondo lo que realmente significa la palabra “solucionática”, cuyo origen ignoro aunque no me extrañaría que se trata de un invento chilensis de aquella época, describe el proceso o conjunto de decisiones basadas en estrategias y técnicas a utilizar para resolver los problemas, lo que debe partir necesariamente por su identificación seguida de un análisis acucioso para continuar luego con la búsqueda de las soluciones más adecuadas y efectivas para superar los obstáculos y alcanzar la meta u objetivo deseado.
Y he aquí justamente donde reside nuestro” talón de Aquiles”, que simboliza nuestro punto más vulnerable, en que llevamos décadas dándonos vuelta en el círculo de la negligencia. Cometiendo una y otra vez los mismos errores, en medio de discusiones inútiles que no nos han conducido sino a hundirnos cada vez más en la incertidumbre, el desconcierto y la desesperanza que nos induce a no esperar nada positivo como ciudadanos durante los próximos años. Es que de “problemática” estamos hartos y lo que anhelamos con pasión es que caminemos con paso firme hacia la “solucionática”. Presuntos “expertos” en la “problemática” y la “solucionática” podemos encontrar uno debajo de cada piedra, en especial en este período pre-electoral.
Recientemente por ejemplo tuve la oportunidad de leer una especie de resumen de un académico, que fue ministro de Hacienda en un gobierno anterior, y que actualmente ejerce como decano de un Instituto de Políticas Públicas en Europa que, a diferencia de otros académicos muy prestigiosos, no se da vueltas y vueltas enredando su discurso con un lenguaje destinado a las elites, nos habla directamente de lo que todos sabemos: que si estamos más enredados que una pelea de gusanos es debido a las malas decisiones políticas, de allí que los políticos sean escasamente valorados como servidores de los ciudadanos a través de una institución del Estado.
Destaca especialmente una gran verdad: que si fuimos capaces de crecer un 7% anual durante varios años fue justamente por buenas políticas públicas fundamentadas en decisiones ampliamente consensuadas entre los diferentes partidos políticos de la época, que se la jugaron por el bien del país y no guiados por sus propios intereses como sucede en la actualidad. En que los cambios al sistema electoral que promueva alianzas vergonzosas entre una cantidad cada vez mayor de pequeños partidos políticos (ya vamos en 25) en busca de mantener vigentes sus lazos con el poder de turno. Todos estamos conscientes al respecto que mientras sigan aumentando los pequeños partidos políticos con mínima representación electoral, va a ser cada vez más difícil realizar los cambios en el sistema electoral que requiere nuestro país. Se trata de una situación archiconocida, pero ¿Cuándo le vamos a acertar con una “solucionática” realmente efectiva?.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí