Cifra equivale al 18% de los más de 8 millones de cajas que se exportan desde la zona. En ese sentido, los expertos, gremios y empresarios advierten necesidad de mayores herramientas, capacidades y conocimientos para transferir el protocolo fitosanitario a los productores locales.
A poco más de un año de que Estados Unidos y Chile confirmaran la puesta en marcha del System Approach -protocolo reemplaza la fumigación con bromuro de metilo por una serie de medidas de mitigación, en origen- el balance arroja que desde la región de Coquimbo se han enviado unas 1.440.000 cajas de uva de mesa a ese país del hemisferio norte.
El margen del volumen total exportado aún sigue siendo bajo -llega al 18%- de las más de 8 millones de cajas de ese producto emblemático de la zona. Y si bien para los expertos es considerado un avance, también coinciden en la necesidad de transferir las herramientas, técnicas y conocimientos del protocolo fitosanitario a los productores locales.
El System Approach no es solo una posibilidad de negocios para los empresarios agrícolas, sino también tecnología, normativas y mejorar prácticas de una industria que busca diferenciarse por calidad y sustentabilidad. Bajo ese contexto, se realizó el seminario “Systems Approach en Uva de Mesa y otras herramientas para mejorar la productividad”, en Ovalle.
Cristian Sotomayor, director de Fomento en la región de Coquimbo de Frutas de Chile, sostuvo que aún son más de 5 millones de cajas que se están fumigando, de ahí que el “desafío es transferir las herramientas, capacidades y conocimientos para que los productores asociados puedan exportar bajo el System Approach” y de esta manera optar por mejores precios y reducir el uso de agroquímicos.
Para Alejandra Marín, gerente de la Sociedad Agrícola del Norte, el System Approach “tiene que ser una práctica estructural en la región de Coquimbo, porque nuestro principal mercado es Estados Unidos. Si la condición de la fruta es mejor al llegar, eso indudablemente nos va a permitir diferenciarnos en el mercado”.
En el campo, el desafío se vive de manera directa. Francisco Varela, administrador de la Agrícola Mega, empresa con 20 hectáreas dedicadas a la uva de mesa para exportación, es enfático al señalar que “claramente es una ventaja muy grande para poder competir afuera, con Perú principalmente. Esto permite llegar con fruta más descansada; la bromuración a la semana ya muestra los efectos sobre la calidad y eso influye en los precios de venta”, expresó.
Quien también valoró el impacto de este cambio fue José Corral, gerente de la zona norte de Exportadora Subsole. Para él, la diferencia no es solo técnica, sino estratégica: “Lo primero es la oportunidad que genera para las regiones de Coquimbo y Atacama en ser la única fruta que puede ir con un protocolo donde no se fumiga. Vamos a tener una fruta de mucho mejor calidad en destino y eso es una gran y real diferenciación en la industria de uva de mesa en Chile”.